jueves, 11 de agosto de 2011

Ausencia inmarcesible


¿Será que para dar vida antes hay que animarse a dejar morir todo lo que sepulte lo bello? ¿Para qué velar y atravesar duelos innecesarios, por saltearse los imprescindibles? ¿Por qué aferrarse tanto a lo que destruye? Tal vez sea hora de comenzar.

¿Adónde irá tu alma concebida
de personita que no alcanzó a morir
a fuerzas de no llegar a vivir?
¿En qué cielo diferente de ángeles de tu estatura
jugarás con lo más bella pureza de la raza humana?
En tu estado de perfección absoluta,
lejos de discursos ambiguos
y el absolutismo de tanto adulto adolescente
alcanzaste el zenit de la existencia
bajo la escasez de tus 8 semanas.
Inundaste mi vientre de luz, mi vida de esperanzas;
y a posteriori también mi presente con tu ausencia.
Inmensa y plagada ausencia tan proporcional
a la inmarcesible presencia de tus escasos días.


viernes, 5 de agosto de 2011


¿Cómo pueden los animales carecer de todo egoísmo y rencor? ¡Qué bellos seres! Podríamos aprender de ellos en vez de subestimarlos, y "evolucionar" en aquellos aspectos en los que nos creemos superiores, entendiendo que en ellos no hay 100% "animalidad".
Lo que llamamos "personalidad", a veces no es más que un aspecto de nuestra esencia que nos vuelve animales (perdón por el uso peyorativo) y menos humanos.
Quiero ser un poquito "animal" y carecer del humano retorcido que todos llevamos dentro.
(NOTA DE LA AUTORA: Pensamiento enrevesado que termino de encontrarme en mi cabeza después de intercambiar un abrazo versus ronroneo maravilloso con un ser teóricamente involucionado, que me llenó de paz. :))