jueves, 18 de octubre de 2012

Zoombras de humanidad


Ahora nos sentimos realmente representados por quien corresponde. Finalmente fueron comprendidos nuestros derechos.
Ya hartos de ser el foco de atención, de ser colocados tras el encierro sin ser consideradas nuestras necesidades (es indudable que todo ser que haya nacido en libertad adquiere por el mero hecho de existir el más indudable e innegable respeto sobre su integridad), de llevar una vida plagada de privaciones (producto de la invención humana). Hartos de ser juzgados como "diferentes", finalmente han sido admitidos nuestros derechos. Nos declaramos abiertamente en conformidad con las reformas acaecidas en nuestra justa defensa.
Ya en otros países (y hasta en algunos lugares de nuestro país) se han llevado desde hace años proyectos sobre espacios abiertos (nuestro verdadero hábitat, dada nuestra especie) en medio de los cuales nosotros somos libres de transitar con comodidad y pleno resguardo de nuestra seguridad y son ELLOS quienes deben mantenerse lejos del límite establecido. Padecíamos desde inmemoriales generaciones la injusta realidad de tener que ser despojados de nuestra Madre Naturaleza (que parecía no correspondernos).
Durante siglos de humanidad debíamos realizar innumerables pruebas (cual animales de circo) para ganarnos el sustento que algunos nos quitaban y hasta inclusive nos vimos forzados a llevar una vida "artificial" basada en el encierro entre pares.
¿Pares?¿Quién medía la "paridad y disparidad" de nuestras esencias?
Ahora sí sentimos que se ha hecho justicia. Ahora somos nosotros quienes tenemos la posibilidad de caminar por las calles libremente y el cerco que nos divide con respecto a ellos es tan preciso que delimita exactamente hasta dónde pueden llegar este tipo de seres y cuál es marcadamente el límite entre su libertad (la cual comienza donde termina la nuestra).
Ellos no pueden acercarse a nuestro perímetro (y si lo hacen, hay leyes estrictas que preservan nuestra seguridad). En caso de hacerlo, sólo deberán realizarlo so pretexto de ayudarnos y con previa autorización por nuestra parte y avalados por las autoridades que nos representan, previo rellenado de formularios que acrediten la más bienhadada de sus intenciones y plagada de requisitos indispensables que nos garanticen la veracidad de sus voluntades individuales y/o colectivas. Nosotros tenemos la plena libertad de circular y ellos ya no pueden excusarse de tener que mantenernos entre rejas como si fueran una "especie superior". Hemos alcanzado al fin nuestro objetivo. No comprendemos por qué les cuesta tanto acostumbrarse. Ya hay zoológicos con estas características (lo hemos enmarcado al principio de este discurso), y considerando que el hombre como especie, forma parte ni más ni menos que de "la especie animal", nos encontramos hoy ante la luz de los hechos que ésta vez son más que justos para nosotros. Los mismos Nosotros, los antes denominados "presos", por una sociedad que se sentía con derecho a quitarnos nuestra libertad, somos ahora quienes caminamos libremente por las calles y nos despojamos de las rejas que nos hacían sentir como animales de exposición y experimentación social.Finalmente fuimos reivindicados y resarcidos como humanos (con derecho a equivocarnos... después de todo lo mismo da un crimen más, un crimen menos en el marco de una humanidad desperdiciada) y nuestros abogados defensores salieron victoriosos con el aval del nuevo gobierno.
Finalmente, y ya en el Siglo XXIII se ha encontrado nuestro lugar y el de " ellos" (El primer zoológico humano en la historia de las civilizaciones). Que sean ellos (de todos modos son minoría y se creen superiores por el simple hecho de no incurrir en banales delincuencias cotidianas tales como violaciones, asesinatos, secuestros, estafas, atentados contra la integridad física y/o moral, maltrato infantil, trata de personas,etc,etc,etc) quienes se encuentren tras el enrejado perimetral que los encarcela. Son más los hechos enumerados que nos posicionan como "humanos" a nosotros que a ellos, "extrañas excepciones a la regla", conservadores, dogmáticos y alejados de la "ley de la jungla" y la "supervivencia del más apto" que rige desde inmemoriales tiempos.
Desde los inicios de la humanidad todas las especies (animales y vegetales) han producido transformaciones de toda índole para alcanzar la adaptación al medio. Son involucionados, deben aceptarlo. Nosotros ya padecimos injustamente siglos y siglos de cárcel por culpa de la falta de adaptación al medio de unos pocos.
Al fin se hizo justicia, amigos! Finalmente somos LA LEY IMPERANTE y la palabra "delincuencia" ha sido erradicada de los diccionarios y prohibida en los medios oficiales, por considerarla discriminatoria y ofensiva moralmente. No somos ni fuimos "delincuentes", solo hemos sentido y actuado de manera diferente puesto que ningún individuo es igual a otro (verdad de perogrullo negada durante siglos).
Al fin todos somos iguales! Que ellos lloren a sus muertos del otro lado del cerco (de igual forma nadie les garantizaba la inmortalidad y es una falacia creer que esas personas no iban a morir de no haber sido por nuestros insignificantes actos que ellos calificaron como "asesinato" sin tener en cuenta nuestra necesidad de matar, nuestra avidez de violencia que nos fue negada como si no formara parte de nuestra herencia ancestral y parte por ende, de nuestra naturaleza). Les decía amigos, finalmente que hoy "ellos lloren a sus insignificantes vidas perdidas" mientras nosotros celebramos finalmente, la proclama de la bandera flamante de nuestros derechos humanos.