"Dos en moto"
La moto rugía suave bajo el sol de las tres de la tarde. Lucas y Mariela cruzaban el límite invisible entre el barrio Norte y la zona centro, justo en el momento en que el reloj del cartel luminoso marcaba las 15:01.
—¿Creés que pasamos a tiempo? —preguntó ella, ajustándose el casco.
Lucas no contestó. Sabía que en Norte la prohibición era estricta desde las tres en punto. En Centro, en cambio, se aplicaba por franjas horarias y recién a las cinco comenzaba la restricción. El problema era esa frontera difusa, ese cruce donde las patrullas no sabían si estaban en un barrio o en otro. Y donde, por lo tanto, cualquier cosa podía pasar.
—¿Querés que baje? —insistió Mariela.
—No. Ya estamos por llegar. Son solo cinco cuadras más.
Tomaron la avenida con los árboles flacos y las cámaras de seguridad cada dos postes. Un dron zumbó sobre sus cabezas. Lucas tragó saliva. Estaba en regla, tenía los papeles, el seguro, el carnet. Solo que... no debía llevar a nadie.
En la radio que colgaba del chaleco del oficial, una voz metálica retumbó:
—Unidad 4, dos en moto en la intersección de Caseros y Belgrano.
No les dieron tiempo. La patrulla apareció como una sombra entre los autos detenidos en el semáforo.
—Documento, papeles, permiso de circulación —ordenó el oficial sin mirar.
—Salimos de la zona puntual, allí se permite hasta las tres. Estamos en tránsito hacia zona de franja...
—No hay tránsito que valga. A esta hora y con dos personas, están infringiendo el reglamento.
Mariela bajó lentamente. Intentó hablar, explicar. Pero el protocolo era claro: detención preventiva. Lucas no pudo evitar mirar las esposas como quien mira una reliquia antigua.
—Esto no es por seguridad —dijo, mientras lo subían al patrullero—. Esto es por miedo. Y el miedo no se arregla con reglamentos absurdos.
Nadie lo escuchó. O sí. Quizás el dron que aún zumbaba, grabando para la oficina central, guardó esas palabras. Tal vez, algún día, alguien las vuelva a escuchar. Pero por ahora, la ciudad seguía rodando con reglas que no se tocaban. Y en la próxima cuadra, otra moto, con dos pasajeros, pensaba si girar o seguir derecho.
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¿Querés que le agregue algo más, como una vuelta de tuerca al final o un contexto más distópico?